Mediante un contrato de edición, el titular de
los derechos patrimoniales de una obra debe entregarla a un editor
para que la reproduzca, distribuya y venda, cubriendo al primero
las prestaciones acordadas. Los elementos más importantes de
un contrato de edición, son:
Número de edición o reimpresión;
Tiraje;
Indicar si es exclusiva o no la entrega del material, y
Establecer la remuneración que recibirá un
autor o el titular de los derechos patrimoniales.