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3.3.1 Convenio de París
para la Protección de la Propiedad Industrial
3.3.2 Convenio de Berna
3.3.3 Convención
de Roma
3.3.4 Organización
Mundial de la Propiedad Intelectual
La Unión de París para la Propiedad
Industrial, mejor conocida como Convenio de París, fue
establecida en 1883 con la finalidad de que los titulares de
patentes, marcas o diseños industriales, quedaran protegidos
con un solo registro en su país y en los pertenecientes
a la Unión. Entre estas naciones se pueden establecer
vínculos, por estar involucradas en la propiedad intelectual.
El objeto del Convenio de París son las patentes de invención,
los modelos de utilidad, los dibujos o modelos industriales,
las marcas de fábrica o de comercio, las marcas de servicio,
el nombre comercial, las indicaciones de procedencia o denominaciones
de origen y la represión por la competencia desleal, a
cuyos creadores ofrece una protección adecuada, fácil
de obtener y respetada. En este sentido, una invención
es una solución práctica a una idea novedosa, que
se traduce en una aplicación tecnológica susceptible
de emplear en la industria, la cual, además, requiere
de una protección intelectual que le otorga el Convenio.
Desde su establecimiento el 20 de marzo de 1883, el Convenio
de París ha tenido diversas revisiones: Bruselas, el 14
de diciembre de 1900; Washington, el 2 de junio de 1911; La Haya,
el 6 de noviembre de 1925; Londres, el 2 de junio de 1934; Lisboa,
el 31 de octubre de 1958; Estocolmo, el 14 de julio de 1967,
y una corrección el 28 de septiembre de 1979. Actualmente
se encuentran asociados 171
países.
La incorporación de México al Convenio de París
entró en vigor el 26 de julio de 1976, luego de solicitar
su adhesión el 21 de abril de ese mismo año.
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