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Las transformaciones de la sociedad, ya sean
sociales, económicas, culturales, políticas y científicas son
susceptibles de ser difundidas y conocidas a través de obras
literarias, producto de las mentes que se ocupan de dejar constancia
de ello en una publicación, desde un artículo en una revista
especializada, hasta un libro. La literatura, también como medio
de expresión, ha sido un elemento esencial en la conformación
de los contenidos de las publicaciones a través de los tiempos.
Desde esta visión conviene observar algunas de las acepciones
del concepto literatura, de acuerdo con la Real Academia Española
de la Lengua:
- Arte que emplea como medio de expresión una lengua;
- Conjunto de las producciones literarias de una nación, de
una época o de un género;
- Conjunto de obras que versan sobre un arte o una ciencia,
y
- Conjunto de conocimientos sobre literatura.
Literatura se deriva del latín litterae. Por su significado
es “una instrucción o un conjunto de saberes o habilidades de
escribir y leer bien”, pero por extensión se refiere a “cualquier
obra o texto escrito, aunque más específicamente al arte u oficio
de escribir de carácter artístico”.
Una de las obras al amparo del derecho de autor, en la que el
titular plasma su inventiva, es la literaria, además de las creaciones
artísticas y las científicas. Sus elementos esenciales son las
palabras, las cuales se constituyen en un lenguaje como medio
de expresión. En este sentido, una obra literaria es una manifestación
artística, pero también creatividad, como conocimiento, como
actividad intelectual.
La literatura cultural y la científica, como medio de publicación
formal, tienen el papel de propagadoras de la multiplicidad de
manifestaciones humanas, así como de preservadoras del conocimiento
y el arte en las bibliotecas y hemerotecas. Es importante entonces
que estas publicaciones se realicen con formalidad y calidad,
a fin de que la presentación del contenido esté al nivel del
valor intelectual de la obra. Por otra parte, el esfuerzo y la
dedicación que se tienen al generar una obra, desde su concepción
hasta su fijación en algún soporte de publicación, requiere de
reconocimiento y de respeto para que el binomio autor-usuario
sea fructífero en ambos sentidos.
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